Radioterapia

Historias
de Vida

Que no SENOS olvide: Juliana Ortiz

En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, compartimos una historia de vida que refleja la importancia del diagnóstico oportuno, el acompañamiento médico y el poder de la esperanza.

Juliana Ortiz fue diagnosticada con cáncer de mama y, como muchas mujeres, enfrentó uno de los momentos más retadores de su vida. Sin embargo, gracias al apoyo integral del equipo médico de Radioterapia Oncología Marly y al acompañamiento de su familia, su proceso se convirtió en una experiencia llevadera y transformadora. “Gracias a Dios y a los oncólogos el proceso fue muy fácil”, afirma Juliana, con una sonrisa que evidencia gratitud y fortaleza.

Su historia es una voz de aliento para quienes hoy se enfrentan al cáncer. Una prueba de que, con un tratamiento oportuno, atención humana y fe, es posible salir adelante. Juliana no solo venció la enfermedad: también inspira a otras mujeres a estar atentas a cualquier señal en su cuerpo y a consultar al especialista.

Esta historia forma parte de la campaña "Que no SENOS olvide", una invitación a la conciencia, la prevención y la vida.

Gladys Jaramillo: Cuando la fe y la ciencia se abrazan

Cada historia de vida es un testimonio único de coraje. La de Gladys Jaramillo no solo nos conmueve, sino que también nos reta a creer en la esperanza incluso en los momentos más difíciles. Gladys fue diagnosticada con cáncer de mama y, en lugar de rendirse, eligió enfrentar la enfermedad con la fuerza que solo tienen quienes deciden vivir.

En su testimonio, Gladys narra cómo el acompañamiento amoroso de su familia y el respaldo técnico y humano del equipo de Radioterapia Oncología Marly marcaron la diferencia. “Le pido a Dios que me los bendiga siempre”, dice con profunda emoción, mientras agradece a cada médico, enfermero y terapeuta que la ayudó a transitar este proceso.

Su historia es una celebración a la vida, una prueba de que la atención digna, cálida y científica puede devolverle a una mujer no solo la salud, sino la confianza en su cuerpo y su propósito. Hoy, Gladys no solo ha superado un diagnóstico, ha conquistado una nueva versión de sí misma.

Su voz es parte de la campaña “Que no SENOS olvide”, que busca inspirar conciencia, autocuidado y prevención. Porque cada historia que se cuenta es una vida que se puede salvar.